HISTORIA DE LA PLAYA DEL TAMARIT
En la brumosa costa de Tamarit,
donde las olas susurran secretos ancestrales, se alza un mito con tintes
históricos y religiosos, capaz de encender la llama de la devoción en los
corazones de los ilicitanos. Cuenta la leyenda que Francesc Cantó, un valeroso
guardacostas, vislumbró la aparición celestial de la Virgen de la Asunción
emergiendo desde la lejana dirección de Elche. Así fue como la playa de Tamarit
se convirtió en territorio ilicitano, pues la patrona de Elche es precisamente
esa Virgen celestial.
Anualmente, con la llegada del 28
y 29 de diciembre, los ilicitanos se reúnen para rememorar tan sagrado
acontecimiento. Al alba del día 28, en la playa de Tamarit, se escenifica con
gran solemnidad el hallazgo del arca portadora de la imagen, seguido por una
emotiva Eucaristía en ese mismo lugar. La romería hacia Elche comienza, escoltando
a la imagen de la Virgen en una carreta tirada por bueyes hasta llegar a la
ciudad.
A las tres de la tarde, un
momento inolvidable se materializa ante los ojos de los presentes: Francisco
Cantó llega cabalgando su corcel, con la noticia del hallazgo para las
autoridades. Tras la lectura del bando, la romería prosigue desde el antiguo
Concejo hasta el Hort de les Portes Encarnaes. Todos los personajes se visten
con ropajes propios del siglo XIV: el vocero anunciador del bando, Francesc
Cantó, niños vestidos de heraldos portando estandartes y marineros, gigantes y
cabezudos, y al son de dulzaina y tamboril. Las comisiones de fiestas de cada
barrio se unen a la festividad portando palmas blancas y acompañando a la
patrona hasta la Basílica de Santa María, donde es recibida con una calurosa
bienvenida.
Al amanecer del día siguiente, el
29 de diciembre, se celebra la Festividad de la Venida de la Virgen a Elche. La
Procesión Solemne se despliega majestuosamente, con la participación de todos
los personajes de la época. La característica más emotiva y tierna es cómo la
imagen de la Virgen de la Asunción se lleva en su trono, arropada por niños y
niñas vestidos como angelitos.
Desde 1865, la Sociedad Venida de
la Virgen se ha erigido como la entidad responsable de organizar las Fiestas de
la Venida de la Virgen a Elche, que con devoción y júbilo se celebran
anualmente del 26 al 30 de diciembre.
Así, entre brumas y leyendas, la
costa de Tamarit se convierte en un lugar sagrado de encuentro, donde la fe y
la tradición se funden en un tributo mágico a la Virgen de la Asunción.