¡Descubre la historia de la Torre del Cap de L´Aljub y su papel en la defensa contra los piratas berberiscos!
La Torre del Cap de L´Aljub es
una torre-vigía de costa de época islámica construida en el año 1337, y se le
concedió licencia al concejo de Elche para construirla. La torre originaria se
encontraba muy cerca del aljibe que se halla en el patio de armas de la
fortaleza, y se construyó antes que la propia torre, dando así nombre a la
misma: Torre del Cabo del Aljibe (en valenciano, Torre del Cap de L´Aljub). En
el año 1406, el rey Pedro donó la torre a D. Pedro Esteban, vecino de Elche.
Originalmente, entre la construcción de las numerosas
torres-vigía de costa de época islámica, una de ellas, se situó en lo que hoy
es el llamado Baluarte del Rey del propio castillo. Esta torre fue llamada
Torre del Cap de l´Aljub, de fábrica almohade, al igual que otras de la comarca
del Camp de Elx y la propia costa, y que iremos presentando en el futuro. Entre
las de costa cabe citar la Torre de Tamarit, la Torre de Escaleta, la Torre del
Carabasí y la Torre Talayola.
La Torre del Cap de L´Aljub de Elche
fue construido originalmente como una torre-vigía de costa de época islámica en
el año 1337. Durante los siglos XV y XVI, este baluarte sirvió como defensa
contra los piratas y corsarios que desembarcaban en las playas cercanas y
atacaban los enclaves que rodeaban la torre. La torre estaba guardada por un
alcaide y tres soldados a lo sumo. Los piratas berberiscos capturaban buques y
sometían al pillaje a la costa, apoderándose de objetos, alimentos y esclavos.
Esta actividad última supuso una grave tensión entre los habitantes ya que uno
de sus mayores temores era caer cautivo de los piratas y acabar en la plaza de
Argel en el norte de África, cuartel general de los corsarios y berberiscos.
La construcción del
castillo-fortaleza dio pie al actual Castillo de Santa Pola. Con su
construcción, la función defensiva tomó un nuevo auge ya que la artillería
garantizaba su funcionamiento como puerto mercantil, pesquero y militar al
mismo tiempo. Veinte años más tarde, Felipe II mandó reforzar la fortificación
a instancias del virrey de Valencia, Vespasiano González. Esto se produjo en el
año 1578.
En 1784, el castillo-fortaleza
pasó a la corona y en esta conmemoración se colocó sobre la puerta el escudo
que porta las armas reales de la Casa de Borbón. Años después, en 1806, el
recinto comienza un estado paulatino de abandono y en 1855 se da orden de
demolición de la fortaleza. Sin embargo, el pueblo de Santa Pola solicitó al
rey su cesión en interés de convertirlo en iglesia parroquial y acoger la
Aduana de la ciudad. Esta cesión fue efectiva el 13 de septiembre de 1859. La
corporación realizó poco a poco su reconstrucción y remozamiento, habiendo sido
convertido en dependencias consistoriales y acogido en su interior el actual
Museo del Mar.